Más de lo mismo
Si fuéramos justos, tendríamos
que retomar un articulo de octubre de 2000, donde se comentaba la primera parte
de “X men”. En resumen, se decía entonces, que era un filme, de carácter
futurista que intentaba arrasar en taquilla con el cartel de “no hay entradas”.
El argumento era sencillo y efectivo, los buenos contra los malos y la
narración hablaba de experimentos genéticos, muy de actualidad en aquella época.
Incluidos el vestuario de plástico de sus personajes.
Dos años y medio más tarde,
regresan a las pantallas con el mismo pretexto e idéntica morfología. Precedida
de similares campañas publicitarias, para engatusar al respetable, los mismos
personajes, coreografiados por el mismo director, regresan al celuloide en el
punto en que lo dejaron cuando se despidieron meses atrás.
Si en su día hablamos de actores,
directores y las técnicas utilizadas, bien podríamos reeditar aquellas
opiniones y reencontrarlas en estas líneas. Sin embargo, los guionistas y
productores de este engendro cinematográfico han elevado las dosis de
mutaciones, de acción, de riesgos, de aventuras. Les han dado más poder y más
armas. Más fuerza y más inteligencia. Mas sentido del peligro y la invasión y,
como americanos que son, más patriotismo y defensa del patrimonio, eso sí, con
más espectáculo, conseguido con un mayor presupuesto que pretende arrasar en
taquilla, para convertir las monedas invertidas en oro, que equivale a
ganancias.
Sin embargo, encontramos una
película con gran dosis de espectáculo y vistosidad. Con amplio cartel de
actores, casi los mismos que la otra vez, y un importante despliegue de efectos
visuales, materia prima constante en esta película, que para dar más gusto a
sus fans, dura un poco más que la primera vez.
La base de este entretenimiento
esta basado en las dos tribus de mutantes, que mientras que en la primera parte
se enfrentaban entre sí, su director Bryan Singer, les ha unido para
enfrentarse juntos a un villano cuyo único pretexto se centra en exhibir las fascinantes
cualidades de estos seres anormales en un vasto combate contra las fuerzas de
este despiadado villano, conocido como William Stryker. Algo similar a “El
imperio contraataca”, segunda entrega de la digna saga de George Lucas “La
guerra de las galaxias”.
Los responsables, sabedores de
que dan muy pocas cosas nuevas en esta historia, han decidido darle una dosis
de intriga y suspense al filme en su desenlacé, prolongando la agonía del final
y dando más de lo mismo al espectador, como cuando el torero disfruta de su
faena con un toro dócil y fuerte, que le permite un pase y otro pase, para dar
al espectador aquello que le gusta. En el caso de “X men 2” ofrecen una gran
dosis de show en su final, en un desarrollo cinematográfico, donde la
imaginación de los creativos no tiene limites y el planteamiento de las escenas
esta planteado de manera puntillosa, exacta, milimétrica y efectiva.
Entretenida si, pero ningún actor
conseguirá una nominación a su interpretación. Quizás el mérito, lo tengan la
imaginación de sus creadores y los ordenadores, capaces de hacer realidad las
secuencias más vistosas.